El modo de recarga 2: carga lenta

Los ayuntamientos de los diferentes municipios tendrán la posibilidad de bonificar hasta el 50% de la cuota íntegra del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) para aquellos activos en los que se instalen puntos de recarga para vehículos eléctricos.

 

Hace un tiempo, publicamos en el blog un post sobre los cuatro modos de recarga de vehículo eléctrico que hay actualmente. Si quieres, lo tienes disponible y lo puedes leer aquí.

 

Sin embargo, hemos pensado que esa información era muy reducida y que merece la pena ir publicando diferentes posts dedicados a los tipos de carga para vehículos eléctricos. Así, podrás tener toda la información completa, saber cuándo debes utilizar cada uno de ellos, si se adapta a tu vehículo o no y así tomar mejor tus decisiones.

 

En el post de hoy, continuamos con el segundo método de recarga: la carga lenta. Si quieres, puedes leer el post dedicado al modo de recarga Schuko o de corriente alterna aquí.  

 

Modo 2: Carga lenta

 

El modo 2 o carga lenta es uno de los modos de recarga doméstica más habituales y que muchas personas instalan y utilizan en su garaje para recargar sus coches eléctricos.

 

No sirve para todos los coches eléctricos, sino que está orientado sobre todo a vehículos eléctricos pequeños y también es válido para algunos coches híbridos eléctricos enchufables.

 

Es una recarga monofásica que utiliza un voltaje de 230V y permite un máximo de 3,7kW. El vehículo se conecta a la red eléctrica a través de su conector o adaptador, aportando seguridad a la recarga (algo que no ocurría en el modo 1). Para ello, tendremos que instalar una caja con un enchufe tipo Shuko y sistemas de protección adecuados que sea exclusiva para la recarga del vehículo eléctrico.

 

Se llama carga lenta porque se tarda, de media, entre 6 y 8 horas en efectuar la recarga completa, un tiempo que en el modo 3, de carga rápida, pasa a durar más o menos la mitad.

 

¿Es recomendable este método de recarga?

 

Pues depende, para un coche eléctrico normalmente no, pero sí es el método recomendado para pequeños vehículos eléctricos pequeños y algunos híbridos enchufables.

 

Su mejora sustancial, respecto al método 1 es que incorpora sistemas de seguridad y elimina los riesgos de sobrecalentamiento e incluso incendio que tenía el modo Schuko. Pero no es recomendable cargar un coche eléctrico con este tipo de recarga, sino que es mejor el Modo 3 (carga semi-rápida) o el modo 4 (carga rápida).

 

Asegura tu propio punto de recarga

 

Si te animas a hacer una inversión e instalar tu punto de recarga eléctrico en tu casa o garaje comunitario, no querrás que sufra daños y te cueste más dinero aún arreglarlo o reponerlo. No te preocupes, tenemos la solución.

Nuestro seguro te cubrirá en los siguientes supuestos:

  • Daños al cargador o al cable. Todos los daños al cargador y su cable están cubiertos, excepto los daños por agua/climatología.
  • Daños por rotura o vandalismo. Tanto el cargador como el cable están protegidos ante daños causados por ataques vandálicos. Si te encuentras el cable cortado o el cargador roto por vandalismo, te cubriremos.
  • Robo del cargador o el cable. En caso de que alguien te robe el cable o el cargador, el seguro también se hace responsable.

Puedes elegir entre una cobertura de 1.000€ o 2.000€. No lo pienses más y contrátalo ya desde 59,95€.

 

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